EL ROL DEL SECTOR PRIVADO EN LA REDUCCIÓN DEL TRABAJO INFANTIL EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE
Definiendo una ruta para un trabajo conjunto para el logro de la meta 8.7 en América Latina y el Caribe
Ciudad de México, 6 y 7 de diciembre del 2016
México
AGENDA PRELIMINAR
Antecedentes
América Latina y el Caribe es la región en desarrollo que más ha avanzado en la reducción del trabajo infantil en los últimos 20 años. No obstante, el informe de tendencias de la OIT del año 2013, mostró un estancamiento en el descenso del indicador y un preocupante incremento del trabajo peligroso.
Ante esta situación, en el marco de la III Conferencia global sobre trabajo infantil (Brasilia, octubre 2013), un grupo de países de la región decidió buscar mecanismos alternativos para responder a esta situación y en diciembre del mismo año definieron las líneas de trabajo prioritarias de lo que denominaron “Iniciativa Regional América Latina y el Caribe libre de trabajo infantil”, una plataforma de cooperación intergubernamental, con activa participación de organizaciones de empleadores y de trabajadores, oficializada en octubre de 2014 con la firma de 27 ministros y ministras de trabajo de la región. La Iniciativa Regional busca escalar los esfuerzos públicos y privados para acelerar el ritmo de la reducción del trabajo infantil. A tal fin, hace un llamado para el establecimiento de alianzas estratégicas entre actores clave para articular el trabajo intersectorial que permita dar una respuesta integral al trabajo infantil.
Con la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, una guía de políticas integral, ambiciosa y transformadora, de aplicación en todos los países del mundo, y la inclusión de la meta 8.7, que entre otros aspectos llama a “poner fin al trabajo infantil en todas sus formas para 2025”, el objetivo de la Iniciativa Regional se ve reforzado y consolidado, pues el tema pasa a ser una meta global con cuyo cumplimiento se han comprometidos todos los Estados del mundo, reconociendo su importancia para la consecución del desarrollo humano sostenible y la justicia social.
En este contexto, el llamado a la participar activamente en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se extiende de manera clara al Sector Empresarial, que ha de jugar un rol clave, y especialmente destacado, en el caso de la meta 8.7.
El Pacto Global de las Naciones Unidas es una iniciativa creada en 1999, en el Foro Económico Mundial, que promueve el compromiso del sector privado, sector público y sociedad civil para alinear sus estrategias y operaciones con diez principios universalmente aceptados en cuatro áreas temáticas: derechos humanos, estándares laborales, medio ambiente y anti-corrupción, así como contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles. Estos principios en muchos casos son legalmente vinculantes.
Desde el sector privado, las empresas que se adhieren al Pacto Global buscan desarrollar prácticas empresariales basadas en principios universales que contribuyen a la generación de un mercado global más estable, equitativo e incluyente, y que fomenta sociedades más prósperas. Así mismo se comprometen a reportar en base a sus compromisos; publicando reportes de acceso libre. A nivel mundial el Pacto Global tiene presencia en más de 120 países y adhesiones de más de 12,000 organizaciones comprometidas con los diez principios básicos, mientras que a nivel nacional las empresas que forman parte del Pacto Global pueden organizarse en redes locales, como es el caso de 14 países en América Latina y el Caribe.
La Asamblea General de las Naciones Unidas, por medio de la Resolución del 2º Comité de su Septuagésima sesión sobre Alianzas Globales (Nueva York – EEUU, 4 de diciembre de 2015) le dio el mandato a la Oficina del Pacto Global en Nueva York y a sus Redes Locales, de encaminar las acciones del sector privado hacia la consecución de los ODS.
Por otro lado, existen Redes de Empresas contra el Trabajo Infantil en 8 países de América Latina y el Caribe (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Panamá), mientras que en otros países se está trabajando hacia su formación o existe interés en crearlas. Estas Redes son un mecanismo o estrategia de integración y articulación de diferentes empresas que tienen como objetivo eliminar el trabajo infantil de sus cadenas de valor, lo que las incita a aliarse bajo este tipo de estructura.
En este contexto los tres actores, la Iniciativa Regional, el Pacto Global y sus Redes Locales y las Redes de Empresas contra el trabajo infantil, son potenciales aliados estratégicos naturales de manera mutua que han de buscar un trabajo articulado para el cumplimiento de la meta 8.7 “Adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, de aquí a 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas”. En tal sentido, y aprovechando la reunión de presidentes de las Redes Locales del Pacto Global en diciembre en México DF (México), se realizará un taller de dos días cuyo producto final será un plan de acción conjunto.